¡Volver a expresarme!

No ha sido fácil. Digamos que sigo pensando que esto del duelo es una montaña rusa bastante interesante. Para escribir un blog ;)

Es sorprendente como las situaciones emocionales dejan al descubierto, y sin protección alguna, el recuerdo de una falta. Algo que ya no está. Puedes recibir mil y un abrazos, caricias y besos, que el hueco sigue existiendo. Se va haciendo más grande y más pesado. ¿Será eso o es que la regla me puso triste?

No lo sé, la verdad. Pero sí sé que a través del tejido todos los males se me pasan. ¿Te ocurre a ti también?

He necesitado una semana y media de silencio y contar puntos. Bajar la vista a mis manos, poner en cuarentena todos mis pensamientos, llorar mucho y muy seguido recordándole. Parar o acelerar la máquina. En realidad no sé lo que he hecho. He tejido mucho, muchísimo. Y eso está bien porque ahora tengo muchas más prendas con mi esencia en el armario. Digamos que aunque mis extremidades no hayan parado, sí lo ha hecho mi mente. Y es que este es el verdadero superpoder de nuestra habilidad. Dotarnos de las herramientas suficientes para frenar y reflexionar.

Poder elegir un tema central que rumiar y enredarlo en nuestros ovillos para ser valorado desde diferentes planos y puntos de vistas. Ir y venir, voltear nuestras creencias. Separar nuestros principios y observarlos desde la lejanía. Sorprendernos con la respuesta, nuestro proyecto final.

Se podría decir que entiendo el tejido de dos maneras. Estas pueden ser hermanas y casar a la perfección o muy diferentes entre ellas. Como dos polos opuestos. Pueden darse a la vez o ser excluyentes. Digamos que eso solo lo decide el momento y la situación vital en la que me encuentre.

En ocasiones siento que tejo de forma consciente. Estoy ahí y pienso cada puntada. Me regocijo en ellas y las veo crecer de poquito a poquito. Tan bonitas. Siento el ritmo.

Sin embargo, en otros momentos, puedo identificarme en un tejido inconsciente. En el que podría sentirme galopando un mantra. Empiezo a tejer, no soy consciente de que una preocupación ronda mi mente, aparece y hace acto de presencia. ¡Uy, no sabía que estabas, qué sorpresa! La invito a danzar entre mi tejido. Va y viene. Son muchas las posibilidades que esta creencia encierra. Puntada a puntada soy capaz de descifrarlas todas y valorarlas. Observar sus pros y sus contras. En realidad puedo ver sus porqués. Todo parece aclararse.

Es un bello proceso que me encanta sentir cuando tejo. Mi wip favorito. No ser consciente de lo que mis manos hacen porque ando descubriendo mi mundo interior. Como si la unión de mis manos con las fibras abriesen un portal interno. Para conocerme.

¿Y si lo utilizo para quererme?

PD: Sé que esto no puede pasarme solo a mí. Que somos muchxs lxs que sentimos el poder terapéutico de nuestra habilidad tejeril. ¿Te apetece compartirlo conmigo? Me encantará leerle
PD2: Esta chica también me abre los portales interiores últimamente. Te va a encantar.