Proyectos que son momentos
Lo suyo sería que hoy descansase, pero me apetece contarte…
Estos días he estado a tope con un proyecto que me parece una auténtica maravilla. Ya lo tengo terminado y solo puedo decirte que ¡Vaya pasada!
Tengo una forma de canalizar los problemas que corretean por mi mente de una forma un tanto peculiar, creando. A través de todos estos años con la aguja de crochet y echando la vista atrás, soy consciente de que utilizo mis patrones y creación de nuevas texturas, estructuras y técnicas como vía de escape.
No es que intente escapar del problema, es que intento resolver varios problemas a la vez. Como si, acompañada del run-run de mis manos, encontrase el consuelo en la resolución de las casuísticas que a diario visitan a mi yo diseñadora. Encerrarme en las posibilidades mentales y ponerlas en práctica para encontrar diferentes comportamientos en las fibras me da paz. La paz que tanto anhelamos en este tipo de situaciones.
Es así que nacieron los proyectos y patrones más alabados de mi carrera. Empezando por las First Sneakers, continuando con Mochila Mochilo, haciendo una pequeña parada en mi Bomber Bolena y terminando por Wonder Forest y Beanie Reguapi. Todos estos patrones tienen un significado especial en mi corazón. Tienen una imagen adjuntada a su recuerdo. Horas de hospital, momentos tumbada en la cama con mi padre mientras le narraba mis intenciones en este nuevo sueño que tenía, explicaciones de por qué esa pieza que le presentaba era la hostia en vinagre. Imágenes con colores especiales y acompañada de la familia. Imágenes en las que ya no era yo quién estaba en la cama con mi padre viendo una peli o charlando, sino Lucas.
Esas imágenes alimentan mis patrones. Podría pensar que ya se acabó la fuente de mi inspiración. Pero no, papá, está fluye más que nunca y ahora es tu recuerdo, tu sonrisa, tu infinito apoyo y la memoria de tu capacidad de escucha la que me inspirará para seguirlo haciendo Fresco.
¡¡Flipa con la que te voy a liar, chavalx!!
Hashtag: #FreshCrochet
Niña eres la re….. pera
Jajajaja Bonita eres!
Desde muy niña, el sentarme por las noches a tejer o crochetear ha sido y sigue siendo una gran terapia y vía de escape.
Te entiendo a las mil «maravillas» que habitan en ti.
A mí toca ahora pasar por una situación muy muy difícil, pero aunque sea un ratito, utilizo esa terapia para evadirme un poco de lo que rodea.
Sea lo que sea Pilar, tejeré pensándote. Para que de alguna manera te sientas acompañada en nuestra terapia. Y te mando un besito enoooorme
Crack!
Un besazo, amiga mía!