Ayer fue un día durillo…

Llevaba ya mucho tiempo sabiendo que este día llegaría y el significado que tendría. Mi cuerpo y espíritu lo sabían y de ahí mi melancolía tanto pre como post. Pero los días pasan y ahora seguro me llegará una nueva etapa. Bienvenida sea y la seguiré abrazando para que me trate, de alguna manera, bonito.

Ayer fue tan duro. Pero me pasó algo. Recordé que Charuca seguramente habría sacado un nuevo podcast. Me alegra mucho escuchar a esta mujer en mi camino de ida y vuelta hacia el trabajo. Siempre trae a gente interesante a mi vida, que me cuentan cosas y me hacen pasar un buen rato. Unas veces aprendo y otras veces solo escucho. Pero ayer fue especial. Ayer su voz y la de su acompañante, @tiempodecerezas, se convirtieron en mis amigas. De esas que están ahí cuando las necesitas y que cuentan cosas interesantes cuando a ti no te salen las palabras más allá del corazón. Cuando se te quedan atascadas en la garganta y solo puedes mantenerte en un segundo plano disfrutando de esa bella velada entre iguales.

Pues ayer sentí eso. De camino al trabajo me enredaron en su entusiasmo y me hicieron disfrutar de un momento que después se convertiría en mágico y significaría mucho para mí, sin ellas saberlo. Charlaron animadamente, porque son amigas y las amigas así lo suelen hacer. Se contaron cosas y todo me parecía de lo más encantador. De pronto, sacaron el tema.

¡Las morning pages!

Resulta que Erea todas las mañanas escribe para autoconocerse, para regalarse ese momento de paz, para verse tal y como es. Y lo vi tan claro. Justo es eso lo que yo siento con este cuaderno de bitácora. Lo empecé por mí y para conectar de alguna manera más íntima contigo. Para dotarnos de ese lugar donde charlar, de forma consciente, de una forma en la que le aportemos belleza a ese momento comunicativo. Donde yo pueda sentirme bien haciendo algo que tanto amo, escribir. Y donde tú me devuelvas ese dar mío, leyendo. ¡Qué maravilla!

A ver, yo como siempre me voy a mi lado rebelde y hago las cosas como a mí me apetecen, como son mejores para mí. Digamos que adopto métodos, pero a mi manera. No sabía que existían los morning pages hasta ayer. Pero desde ya, cuando alguien me pregunte qué es para mí mi blog yo le contestaré:

Mis morning pages entre amigas

Cuando todo terminó, a la vuelta en el coche, sola y de noche, terminé de escuchar el podcast y le volví a dar a reproducir. Sus voces, sus palabras, como hablaban… Me hacían bien.

¿Conocías las Morning Pages? ¿Serías capaz de mantener esta rutina a lo largo del tiempo? Cuéntame un poquito, ami. Que yo te conozca mejor ;)